LAS AVENTURAS EXTRAORDINARIAS DEL INCREÍBLE CHUS.

Cuando leí que quemaron ayer ¿o fue la semana pasada? un coche en Jinámar me acordé de cómo el Increíble Chus, en mi juventud, conseguía escapar impune de las aventuras más desquiciadas. Me preguntaba: ¿de qué servirá que yo escriba las anécdotas más grotescas y extraordinarias en la BELLEZA de un libro del Increíble Chus,el amigo antihéroe de mi juventud, y me gaste una fortuna en autoeditar un libro, que sea pesado con la poca gente que me quiere para que me compre y tenga REMORDIMIENTOS por haberme arruinado? La ARMONÍA de estas anécdotas es que acaben siendo leyendas urbanas, no que caigan en el OLVIDO impreso de un libro que nadie lee. El efecto era inmediato cuando imitaba su voz grotesca, o contaba alguna anécdota a la gente: se reía a carcajadas. Después se quedaban pensando,y me preguntaban: -¿pero esto es real? ¿existe alguien así? -sí existe, el problema es que yo he exagerado tanto a la persona real que ya no sé qué partes eran reales o cuáles eran exageraciones porque a mí, todo me sonaba verosímil. ¿Era un esquizofrénico o solo una persona que no sabía comportarse?,¿un inmaduro patológico o un vago y un inútil aventurero? Lo increíble es que yo sabía que acabaría fatal, que con treintaypocos años acabaría suicidándose sintiéndose un fracasado, adicto a lo que fuera, pero no fue así. Había sido un taxista que no respetaba las normas de tráfico,un maletero vago en el aeropuerto siempre justificándose y escapando loco de los problemas que creaba, un vendedor en un cibercafé malpagado de estraperlo de tickets, un freganchín gorrón en el Sur, un encuestador de maquillaje y perfume casulamente de Molino de Viento la calle de las prostitutas donde conocía a bastantes, y había estado con novias colombianas y cubanas emparejadas que le estafaron, aunque pudo vivir del cuento una temporada a costa de sus novios oficiales, pero él siempre escapaba de milagro de todo. Era todo tan exagerado, que es normal que costara creérselo incluso a los que lo habíamos vivido y escuchado. Al final, consiguió mantener un trabajo de camarero en el Sur atrayendo a las turistas a su terraza contra todo pronóstico, intentando ligar con ellas sin saber ningún idioma, con su optimismo irreal a prueba de bombas y viviendo con los padres. El otro día me lo encontré en una Exposición de Armamento tan entusiasmado como siempre, y hasta se lo presenté a mi mujer, pero en cuanto volví del baño mi pareja me comentó que le había preguntado "en broma" si tenía alguna amiga soltera a la que le gustaran las exposiciones y que sentía que estaba flirteando con ella entre lo ingenuo y lo baboso. Nos fuimos corriendo porque me estaba cabreando, aunque a mi interpares le hizo gracia y hasta le levantó la moral porque se sentía con sobrepeso. Seguía siendo Chus.