Literatura/ lengua,cine, música y arte.
Alicia atraída por la madriguera
domingo, 4 de junio de 2023
La Ley de la Indefensión Aprendida.
Club de los. Retos de Dácil, hoy un relato sobre la foto: un libro de El jardín del Guiniguada, un elefante blanco, una sirvienta y una manzana.
Era horrible, insoportable.
Mi solitario hermano me llamaba de madrugada para pedirme ayuda y culparme de todo porque nunca le había ayudado. Por supuesto, no cogí el teléfono. Me envió un video por whatsup de una mujer a la que estaban violando vestida de sirvienta, restregándose por el suelo, gritando, con la ropa rota y arrancándose los pelos. Sin embargo, mi hermano no podía hacer eso, como mucho sería el pringado que grababa con el móvil mientras la violaban otros. Era demasiado blandito y educado para hacer algo así. Pero no, era aún peor. Me había sugestionado con su audio. En realidad, él iba a casarse con esa mujer.
En un libro del Jardín del Guiniguada había descubierto una Iglesia Universal con una puerta con una enorme manzana encima. En sus cultos había feligresas que tenían el don: conseguían entrar en éxtasis con el Espíritu Santo. Y la de esta semana era "su prometida secreta". El Pastor para entregar a su feligresa tenía que ver las cuentas corrientes de mi hermano y sus fuentes de ingreso para ver que era solvente. Se pensaban que él era un elefante blanco porque siempre vestía con traje y corbata, y hablaba con acento castellano.
Después obviamente le exigiría un diezmo, un ofrenda del neófito y otra especial de cada año. Yo hice cálculos: supongamos que tenga 60.000 euros de los ahorros de toda su vida, serían 6000 del diezmo, 10.000 de neófito, en total 16.000 € como primer donativo "a Dios", para casarte con un extranjera,una retrógrada religiosa sin casa, que en cuanto te haga un hijo se podrá separar de ti, quedarse la casa y encima le tendrás que pasar una manutención.
No pude evitarlo: solté una carcajada, no pude parar de reír. Le respondí por whatsap: Mira Chano, pon tus cuentas y tu casa a mi nombre, que más vale que te estafe un hermano a que te estafen unos desconocidos. Por lo menos, cuando solo te quede nuestra chabola en Arguineguín necesitarás a alguien leal que te lleve una compra. Hay otra opción: vente a mi casa una temporada, así te controlo, antes de que hagas una inensatez.
Te voy a dar duchas frías y hacerte construir paredes a base de hostias. Sigues siendo mi hermano.
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