Literatura/ lengua,cine, música y arte.
Alicia atraída por la madriguera
lunes, 7 de noviembre de 2022
Condenadas en el solar del Paraíso.
Condenadas en el solar del Paraíso.
"Como te proteges con la dura mano
del llanto que te abrasa en tiras la piel,
sabes que el beso ajeno el duro pincel
lo verá aunque lo ocultes con fiero asco"...
Años después esas cabras sucias y aquellos camellos me producían sentimientos intensos de epopeyas que nunca se concretaron, el suelo volcánico me traía recuerdos tristes como el armamento abandonado y los restos abandonados en el polvo tras una batalla sin nombre, por mi madre, por mí y por aquel mundo...Yo estaba saltando quieto deseando meterme en el agua de la playa y tirando piedras lo más lejos posible, porque uno acababa agotado después de aquellas peleas donde se echaban en cara de lo peor por chorradas de hacía años, sin ninguna conclusión...
Nadie les exigía ya que vistieran de negro y menos sudando en verano. No parecía un luto sino una expiación masoquista fuera de época,nadie sabía por qué. Mi abuela fue rica cuando vivía su marido, hacía fiestas monumentales muy generosas a donde iban sus hijas y recibía muchas visitas. Cuando enviudó se arruinó y todo el mundo le negó el saludo y le dio la espalda. De pronto encontraron un material valiosísimo en una de sus fincas, le ofrecieron una fortuna y volvió a ser millonaria,pero había habido una transformación en ella. Sentía odio contra todo el mundo porque la habían traicionado y eran desagradecidos incluso contra sus dos hijas.
Tenía dos hijas, y como se veía venir, una mamá se quedó embarazada de un peninsular en una de sus fiestas y cuando se lo dijo desapareció como un irresponsable y un canalla, pero también porque debió ver aquella familia de mujeres histéricas y desquiciadas que en un año de relación le habían amargado la existencia. Se fue sin preocuparse por nadie de los que dejó atrás. Mamá pensó huir de aquel infierno pero ya embarazada no se atrevió y después se acomodó a ese p. infierno bajo el sol. Allí nació el niño, como me llamaba mi propia abuela. El niño nació bello, listo y amargado entre peleas y recriminaciones familiares desquiciadas día no y día sí. Las peleas por no vestir de negro, por ser madre soltera era una de ellas, porque el vestido blanco era con el que había conocido al padre de su hijo.
Era como si la hija quisiera rebelarse sin moverse ni decir nada y aunque solo se autodestruyera. "Sí, me besó y vestiré de blanco. Fue el beso del que no se hablaba ni con las amigas. Un beso lleno de verdad, fue el beso que me hizo saber que nunca fui tan feliz en mi vida"... - Mamá yo me voy a la playa, mamá ya ni me voy a chupar el dedo para sacarme el anillo del dedo, si se lo lleva el mar que se lo lleve, paso de todo me voy a bañar... Adiós me voy mamá, me voy... Me quité la gorra para coger más velocidad y me tiré al mar...
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