LO QUE ES UNA MADRE.

Tras el bombardeo Ulises le volvió a pedir a su madre dinero para huir a la capital y cumplir su sueño:trabajar en lo que fuera, ahorrar dinero y empezar a entrenar a fútbol con su Real Madrid CF. Un ojeador de provincias le había visto y le había dicho que tenía talento y que lo ayudaría. No vio la posibilidad de que pudiera ser una estafa, pero su madre se lo dijo: no tenemos dinero y con la guerra tenemos que guardar los ahorros. Pero Ulises tuvo el plan de robarle una Biblia de Gutenberg única de coleccionista, el mayor tesoro de una gran familia venida a menos, llena de páginas vacías a las que durante generaciones de la familia famosísima en la ciudad cada generación había escrito su biografía. Su madre le replicó que no. Eso era un tesoro sagrado para la familia. Entonces por la noche, robó los ahorros de su madre y su hermana y se fue con la maleta rota a la estación de tren para huir a la capital,pero de camino le llegaron los remordimientos. ¿Iba a dejar a su madre y a su hermana solas, sin dinero, en plena guerra, después de que ambas hubieran llevado una vida llena de sacrificios para que el pudiera estudiar? Le pareció bastante miserable y volvió para devolver el dinero. Su madre estaba en el comedor esperándolo con una bombilla moviéndose y una sola mesa de madera medio rota. Ulises solo tenía 50 pesetas lo justo para el billete del viaje y vivir una semana hasta encontrar empleo. La madre le recriminó su egoísmo, su falta de amor a las dos mujeres que se habían sacrificado por él, su falta de sentido de realidad y le pegó un bofetón. Ulises estuvo a punto de devolvérselo pero en el último momento se arrepintió y se le cayó la cara de vergüenza. Toma lo que te queda para que vivas dos semanas antes de encontrar empleo y no vuelvas más. No se despidieron. De camino al tren se encontró que habían destrozado la librería, se sentó y empezó a hojear los libros del suelo y vio al librero llorando por su ruina. - Tu madre estuvo aquí ayer para hacerme una oferta que no pude rechazar. - No te creo - le respondió,pero sí le creía. - Fue la Biblia de vuestra familia. El librero señaló una vitrina con libros medio quemados dentro, con ilustraciones prodigiosas en su portada. Ulises abrazó el libro que leía entre sus brazos llamando a su madre por su nombre. En aquella librería destruida sabía que no había marcha atrás. Que ya no saldría de ella siendo el mismo, que no podía llorar y decir que aquello fue un mal sueño y que en cuanto llegara a Madrid tendría que trabajar en lo que fuera aunque estuviera rodeado de muertos.