Lo que nunca soñó James Ellroy en Canarias.

Nuevo reto Neruda, Garcia Lorca,bombilla plátanos,un billete de lotería. La apatía,y los recuerdos absurdos. Al ver los dos plátanos junto a la bombilla rota en la tarima de la cocina no solo sonreí pícaro recordando a la mujer que me obsesionaba, si no en, como se sabe, que al comienzo muchos de la Generación del 27 eran unos meapilas de mucho cuidado. También vi un billete de lotería de la ONCE que compré solo para flirtear con la vendedora, que nunca comprobé si era premiado,ni supe qué discapacidad tendría por si me interesaría como novia. Una contundente belleza con buen escote bajo el sol y que tenía unos ojos azules que dolían la vista al verlos. García Lorca comprendió y pudo vivir su homosexualidad con dignidad y normalidad solo tras su viaje a Santiago de Cuba siendo ya adulto. Unos prejuicios cursis y atávicos absurdos, que les habían enriquecido literariamente pero defestrenados para vivir productivamente. Arribó Neruda a Madrid sobre 1933 y solo vió vida en la vida y la trasladó sencillamente a los libros. "¿Podría yo retratar con dignidad poética y sin ego todo esta apatía y dolor que siento a mi alrededor? recordé todos mis prejuicios". Recordé como de niño me iba de "aventuras" a un barrio de chabolas en esa Iglesia Coreana en la parte alta de Las Palmas, y me encontré a un joven inyectándose algo y ambos salimos corriendo, yo por miedo y él de la vergüenza, como te topabas gente en todas partes que estaba en contra de que dieran Viviendas de Protección Oficial a los chabolistas, porque si tenían buenos coches podían comprarse una casa "como hacíamos todos con el sudor de nuestra frente". Recuerdo a aquella diputada transexual del PSOE de Canarias a la que la policía le dio una sarta de puñetazos y patadas al grito "ahora que llega la democracia se va a llenar esto de maricones y pollas,felicidades mariconazo" y como se quedó desorientad@ en el Parque de Santa Catalina. Como Camilo Sexto preferió decir que él iba bastante de putas como un hombre antes de reconocer que era homosexual. Como el top-less en la playa era una aberración inmoral, y después no solo mi pareja sino muchas mujeres lo hacían con normalidad en mi familia ante mi sencillo asombro de un solo segundo. Recuerdo a las hermosísimas muchachas de Jinámar y las Remudas, cuánta belleza Dios cuánta belleza en la miseria del mercadillo catártico, como te contaban los delitos de su famiglia como si fueran mafias de niños, la triste épica del vecino que fumaba pegamento o como el padre de su hijo como trabajaba de repartidor en el Hiperdino no tenía chuche para la manutención. ¿Quién recordará aquellas epopeyas absurdas?¿qué dirán de nosotros? ¿Qué fue de aquellos gandules,niñatos,irresponsables, buenos para nada y parásitos de otra causa utópica? Como respondió el Fary (aquel cantante de los 80)cuando le dijeron que a su hijo ilegítimo le habían metido en prisión por robo de coches y si le iba a pagar la fianza: "¿Y QUE VOY A HACER CON ÉL si no sabe leer ni escribir?".