Cuando de adolescente veía que Fausto abandona a Margarita en la hoguera...

Cuando de adolescente veía que Fausto (de Goethe) abandonaba a Margarita en la hoguera me parecía una ruindad infame. (Tampoco quedan ni de lejos desde hace tiempo mujeres como Margarita,aunque la forma de relacionarse sea opuesta entre dos seres distintos: uno muy culto,ambicioso y de status muy alto frente a otra sin ambiciones y de status medio). Creo que la mayoría de los espectadores preferirían la versión autodestructiva y digna de FRIEDICH Murnau (en cuya vida se portó mucho peor con los adolescentes a los que enamoraba). La autodestrucción digna. Se nota que aunque nadie echaba en cara nada a Goethe sentía un poco de remordimiento y tenía que justificarse de forma artera. Pero Margarita resultaba ser demasiado débil e impulsiva hacia lo autodestructivo, y Goethe-Fausto era el joven ególatra que después de la educación y tantos tapices mitológicos como había estudiado, para permanecer en la derrota vergonzosa que para él suponía el anonimato. Hasta hace 45 años la mayoría católica condenaría a Fausto,pero en la posmodernidad nos encogeríamos de hombros y nos diríamos "es lo que hay". Y en verdad es así, "cada uno va a lo suyo", es lo que hay.