A las mujeres no les gusta el cine de John Ford,pero hasta las feministas les gusta el tipo de hombres de las películas de John Ford:
íntegros,duros,con un proyecto de vida.
Desde Rosa Montero hasta Mercè Rodoreda dedican cientos de páginas para criticar y despreciar la masculinidad tóxica,pero inmediatamente dan de lado a los hombres blandos que en el fondo son más espirituales y afrontan el dolor con una pasividad más sublime.
¿A quién eligió la directora feminista Pilar Miró como modelo de hombre? a alguien tan inculto,tan masculino a pesar de si mismo como Gary Cooper.
Las primeras películas de Welles, de John Ford o incluso el anticine de la obra maestra de El Padrino que esconden sino comportamientos masculinos, incontenibles.
¿A quiénes afecta la masculinidad tóxica? a los hombres debilitados,mimados, vueltos pasivos y sin capacidad de reaccionar, a los intelectualizados sin realismo.
(Esta conversación la tuve alrededor de 2006 con una profesora guatemalteca de dinero en un curso de Contabilidad, que tenía una niña pequeña en Canarias, cuando me hablaba de que no le gustaba para nada el cine de John Ford y de que dudaba de que Citysoluciones pudiera triunfar en Canarias. Hoy la recordé).
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