"A la eternidad,o sea nuestro recuerdos,no le importa nuestras tragedias bajo la muerte eterna".
Le dio una punzada en el pecho se sintió desfallecer. Se imaginó en la Antártida rodeado de montañas de hielo en medio de una increíble ventisca con copos de hielo, como un puño, esperando al equipo de salvación que quizá no sabía que él estaba allí solo perdido. Que nunca llegaría.
Ahora con 40 años mientras entraba en el portal de hierro de su edificio bajo plena lluvia pensaba cómo estaba viviendo la feminidad tan tarde lo pensaba con pena,con ilusión,y subía cada escalón de la estrecha escalera sucia,escalón a escalón.
Javier Ñoquis el solterón decidió meterse en un aplicación para ligar con chicas colombianas. Había superado muchas depresiones encima, era guapo,pobre y tenía demasiadas cosas que ocultar por las que considerarse una persona ruin y despreciable,pero era buena persona y quería amar a una mujer femenina.
Al principio no se planteó buscar sexo,sino que quería formar una familia,porque ya tenía 40 años. Pero empezó a conocer mujeres bellísimas,femeninas, y entonces le amargaba la idea de cómo había desperdiciado su vida. Había estado 7 años y 7 meses con una buena mujer, pero egoísta, no muy bella y a la que nunca amó: UNA BUENA MUJER, que le dio estabilidad, con buena economía y que estructuró su vida.
En el balcón de su casa solitaria miraba e parque y dos niños dando balonazos a una pared, y pensaba en las laderas de chabolas de Medellín llenas de chicas jóvenes bellísimas,femeninas,con poca formación, deseando agradar a cualquiera para poder comer. Prostituyéndose por un puñado de dinero miserable con camioneros gordos,morenotes,grasientos con la cara rechoncha.
Se acordaba como la chica le tomaba e pelo ingenuamente.Cómo se ofendían. Le extrañaba que ella no le bloqueara el whatsup. Era tan hermosa,tan hermosa.Nini Nini.
Le dio una punzada en el pecho se sintió desfallecer. Estaba en la Antártida rodeado de montañas de hielo en medio de una ventisca esperando al equipo de salvación que quizá no sabía que él estaba allí solo perdido. Que nunca llegaría. Sentía que la locura le acechaba.Escuchaba el pío estridente de los pajarillos pero no sabía donde. Se apretaba las palmas de las manos en los oídos y gritaba mareado que alguien tuviera clemencia de él.
Él había ESTADO toda su vida solo,completamente solo. Se tuvo que apoyar en la pared de hielo tremendamente frío de la espalda mientras se deslizaba,caía poco a poco al suelo. ¿Dónde estará ella? ¿dónde estará ella?
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