Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

jueves, 7 de enero de 2016

Estragos ante la visita al moribundo extraño en el Hospital.

En los momentos duros
amamos más a los que amamos
y sabemos bien a quién amamos.

Ya no quedan recuerdos de lo que pudimos ser
no quedan recriminaciones de errores obvios
de falta de humanidad
todo el pescado azul esta vendido
 y los estafadores invitados,
uno no espera abrazos de amistad
como lagartijas que salen de la grava
para reírse del sol.
Ni espera ver nacer polluelos
en los brazos del orgullo.
Uno no espera abrazos de amistad
pero los espera con su escudo frente a los zunamis
y recibe recriminaciones de las olas
contra los rascacielos de los yonkies.
.
¿Amo la ambivalencia del que nada ama?
ya nada significas para mí
salvo el odio,y el olvido que no se olvida
y el mar que con las cigüeñas no te deja ir
salvo el temor de lo que no pude amar
de lo que no me pude permitir.

Ahora tengo que estar a la altura
y desear lo mejor al que por ruindad
me destrozó la vida.
¿Cuándo encontraré a alguien
que no quiera vengar su rencor
destrozando a un inocente?
¿Cuándo alguien que reconozca una culpa
y se corrija su impertinencia?
pero ya no es el momento
¿tiene sentido desearle lo mejor
a alguien que va a morir?
¿del que por fin no te puede
echar nadie en cara?
¿quién quemará llantas de tractor
en honor de mi nobleza apaleada?
¿me llamarán tonto con inhumanidad
y qué me van a echar ya en cara?

¿Qué sentido tiene ver a un moribundo
que te pudo salvar la vida?
del que ya no tienes ni recuerdos
¿seguirá disfrutando llevándote la contraria?
la impertinencia de las carracas...
de los sapos en celo
retando al motor de los coches...

¿Cómo Tu insignificancia que tanto te echabas en cara
fue inmune al amor que reventaba cráteres
al amor desbocado,inútil,olvidado?...

Ahora después de tanto destruirnos
no quedan campanarios
para rezar nuestros llantos al yunque
la falsa moneda de las hojas
que no recordó la corriente del río.

CAE en vértigo el trigo de la cosechadora
caen las sombras de la noche
del que palea el trigo de los muertos,
sobre el perro que muerde
los huesos de mi sombra,
en la eterna llanura castellana
que de imaginación me borra.

Las personas que tiemblan en la playa de grava
del condenado a la horca
al que no le ofrecieron
ni un trago de vinagre para la sopa.

Y la madre que grita histérica e hipea
y la esta poniendo los brazos
como si estuviera vivo
en una sonda de un abrazo metálico
a la intemperie de los recuerdos...
Mientras los demás le dicen
no hagas cuento
no te pases no hagas cuento
no hagas cuento.
No sigues queriendo ser la protagonista.
¡No,no sigas!



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