¿Dónde está aquí nuestro Templo de Jerusalén?¿Dónde está nuestra avidez?

Da igual suspender o fracasar si uno sabe que está en su lugar adecuado.
Da igual la extravagante inmadurez de los compañeros o que uno no se esfuerce lo suficiente.

Nuestra sagrada Facultad de Filología de Las Palmas hablaré de tus tuberías oxidadas como si fuera el Oro vitriólico del Templo de Jerusalén,los perfumes damascados,las joyas de mil perfiles como ojos de mosca.

El otro día volví a ver un viejo conocido de la Facultad de Derecho.
 A Eugenio XXX,un hombre indestructible, que ya es doctor en Derecho Mercantil,futuro juez de sustitución y estudiante de Empresariales que  mantenía su ningún interés cultural y que se sorprendía de verme allí,absorto, borracho,con los brazos temblando recién salido de la biblioteca.
-¿Pero qué haces aquí?
-Vivo aquí. Y solté una sonrisa estúpida, de satisfacción con la rasquera en la garganta.

Estaba comiendo un sandwich en la inmensidad solitaria de la cafetería y me invitó a sentarme con él.Nos pusimos a hablar de las indemnizaciones de las compañía aéreas que son su especialidad y hablamos del dinero.
-"Todo está en el dinero.Por eso notaba que me faltaba algo.Y me puse a estudiar empresariales."
Dentro de poco seré Juez de Sustitución,han bloqueado un tiempo las listas. Bu-ro-cra-cia.
En realidad,¿qué se enseña aquí?...

Claro.Ya lo veía venir.¿Cómo iba a defender algo rídiculo,excusas idiotas a favor de la cultura en la que tantos se mueren de hambre o viven de subvenciones "como cucarachas"?Nuestros profesores que nos enseñan el sagrado estudio de la lengua y las literaturas y que repudian el utilitarismo vulgar debían estar ahí.

No dije nada.Me sentí incómodo mirando solemne a lo alto.
¿Era aquella Facultad hermosa?¿era el Templo de Jerusalén? No.
¿Era este un lugar con historia?No,quizá con imaginación. Quizá descubriendo lenguas muertas,reestudiando expresiones, inventando tramas para historias. O sea,no.No había historia.
¿Era éste una lugar con leyenda descosida? Bueno ¿había alguien que le había sacado el hechizo a las cosas?.
¿Era éste un Templo agraviado donde se atraía y reagrupaba todo el talento? Hummm...

-¡Esto es la Mezquita de Konya de metafísicos sanos!,¡fuertes!,¡que trabajan duro! ¡de forma austera! ¡sin levantarse frente al libro que reverencian!. Aquí no se enseñan los prejuicios ni el Honor sino el conocimiento. Maldícenos por eso. No somos ni formales ni solemnes,no llevamos traje ni un maletín con el bocata de mortadela.Solemos saludar a la gente. ¡Hay mucho arrebato de intereses culturales pero indolencia de esa inmadurez que lo contagia y lo baratija todo con el sudor de los colchones.

Aquí se enseñan verdades de la vida, no subterfugios profundos e inventadas como varillas de persianas para la luz o o implantes de dientes rechinados. Verdades de vida,reales,revisitadas en cada generación.

Y así Eugenio el doctor en derecho Mercantil,el futuro Juez de sustitución se fue huyendo cabizbajo como una persona con sentido común,ante la respuesta a ningún capricho.