Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

domingo, 5 de abril de 2015

En el Jardín Botánico de Madrid hace una semana 1-04-2015


Esa jardinera suspira
de un alivio prematuro
cuando huele sus rosas
¿serán sus sueños puros?...

No tiene pinta de conquistar
el abismo del fin del mundo.
Y es tan cursi que lincharía
con calmante a un moribundo.

Quisiera ver pidiendo
la mano torcida de un cadáver
una rosa como limosna
para poder enterrarse.

Y al legionario de vuelta
con sus hazañas ridículas
para dominarnos la voz
en la taberna íntima.

Quisiera que una puta ahíta
maldijera entre gritos
e ignorar su dolor inútil
entre sus pechos podridos.

Y a un freganchín cansado
con las manos de lejía
acariciar sin sentir la rosa
entre las estrías.

Pero el amor que me vende
ve el pasado sin remedio
y quiere vivir dando tumbos
porque no hay tiempo...

trinca su ojo bajo el sol
y regala una rosa a una niña
que la coge con miedo...
¡cómo necesito una riña!.

Su compaña es un negro
que una obviedad le pregunta
por cortesía engolada
no esta resabiada esta burra...

y ella sonríe a algo de lejos
 le contesta sin hartazgo
en las lágrimas de la luna
dos más dos aún son cuatro.

En el botánico no siguen
las plantas endémicas sin perfume
ni hay un prado de tulipán
para que el pirómano fume.

En sus enormes pechos
las galeras no esquivan
no esquivan los pedruscos
de una isla desierta.

Ni busca el oro presentido
de la felicidad profana
un conquistador resentido.
En el limbo no hay esperanza.

Ni los poetas torturados
caminan su desierta
 historia en el empedrado
gastando su alma en las suelas.

Y el rocío de estas begonias
ceniza es de una despedida
"mal hecho" de mi padre
cuando saldrás de la mina.

Espera la arena de Debod
humilde devota se flexiona
para amortajar a su faraón
recuerdo entre las rosas.

Y con chistes cursis se ríe
tarareando algo infame,
mientras otro mensaje llega
Así no hay quien ame...

No llegará el amanecer
a estas amapolas
¿qué luna dará de comer
su pasión a las olas?.
¿Quién reventará el coche
por fin contra la roca?.


¿Quién rajará mis manos
para que sean benditas
y las bese un santo?
¿Y quién huido de la batalla
me pedirá fuego sin mañana
para quemarse en un banco?.

¿ Quién hará caso a las estafas
para oler las rosas de la luna?
y rechazo las aventuras
para ser feliz como el cura
pederasta  rechaza las faldas.

Y como el releje de una llanta
que quemó en mi platina
siento la lágrima que no paro
para que me raje la mejilla.

















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