A-BO-GAAA-DOS.

Los abogados novatos te dicen yo nunca defenderé a un pederasta.

Pero nunca te dicen yo nunca arruinaré a un pobre hombre que reclama un derecho obvio ante los Tribunales y le pienso despellejar todos los ahorros de su vida. Incluso hay un movimiento por la dignificación del oficio de abogado porque con la subida de tasas judiciales hay pánico de que no suban las tarifas de abogados.

A fin de cuentas un pederasta por despreciable que parezca tiene derecho a ser oído y defendido.

Pero a un hombre que necesita un tribunal para defender el sentido común le puede costar mucho dinero y un abogado no firmará a priori ningún contrato de servicios. Y por supuesto que subirá su cuenta a más del triple con el proceso en marcha aunque sea un amigo íntimo de toda la vida y aunque haya sido buena persona . Un abogado vive de los pringados que necesitan justicia y con el proceso en marcha cambiar de abogado es muy costoso y no compensa. Incluso cuando te empiezas a dar cuenta de lo malo que es tu abogado. Porque un mal planteamiento del caso supone perder un Proceso Judicial que te hace gastar todos los ahorros de tu vida y perder el caso grave que te ha llevado ante el Tribunal.

Una amiga se sintió obnubilada por un abogado de Ausbanc (asociación de ususarios de Banca) en un discurso que reclama justicia de ancianos y semianalfabetos que han sido engañados por entidades financieras para comprar productos financieros defectuosos. Muchas veces los trabajadores de banca se los vendían a conocidos, amigos y abusaban de su relación de confianza y de tener fama de buena gente. Hasta ahí bien.
   ¿Pero quién pagará los enormes costas judiciales? Los bancos. Pues no, no necesariamente. Un banco vende un producto financiero y el que sea de alto riesgo no refleja objetivamente que haya mala voluntad por su parte.