¿Tú hiciste la pirámide que no has pensado?
cien ratas superaste mordisqueando
el acero chispando de tu padre,
trabajaste la arena con tu sangre
aunque no la veas cuando te veas abandonado.
No amargues no amargues
al desierto multiplicado
en tu almohada
apisonadora de nadie.
Esa mirada inmensa la lograste
este desierto que te absorta
son tus triunfos que olvidaste.
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