Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

martes, 14 de febrero de 2023

TÚ NO QUIERES A NADIE decía.

Rayco estaba enfrente del nicho de su madre llevándole la contraria, echándole en cara la ruptura y anécdotas de hace 27 años y perdonándola al final agotado. No era heredero de una familia de capos de la Mafia Rusa del Sur de bajo nivel. Solo aprovechó la oportunidad. Cuando la Mafia invertía una fortuna de dinero para construir uno tras otro para los Hoteles de lujo del Sur para poder blanquearlo. Capos insaciables que pagaban todo al triple de su valor por la extraña soberbia de los tipos que no acabaron sus estudios universitarios. Sabía cómo hacerte desaparecer tras desearte una feliz boda, amenazar de muerte e insinuar que tu amigo del alma era un delator para que lo mataran. Miraba sus manos y eran unas manos finas de alguien que no había tenido que trabajar en una obra nunca. Y sonreía... -Es mejor pelear contra un hombre, siempre me da remordimiento y pena cuando peleo con mi madre, la pobre. Pero increíblemente no se acordaba para nada físicamente de su madre, sino de su ex, a la que recordaba semidesnuda con su libro abreviado de las Oposiciones que apenas estudiaba. El revólver ensangrentado estaba suspendido en el aire y sobre el polvo lunar de las tumbas escuchaba las risas de unos cuantos muertos que se reían de él de forma ensordecedora. Mientras tanto agotada buscaba cualquier excusa para romper nuestra relación. Entonces, tuve yo que romper con ella, eso le hubiese roto los esquemas. Decir que lo nuestro se había acabado para siempre, de verdad, que ya con 40 años empezar de cero era difícil, que pensara que así no tendría un hijo, que tener un hijo era lo más bello del mundo, crear una familia, y no ser como una de esas Jefas de enfermería a las que tanto odiaba. Sin embargo no, nada de eso se dijo, no le di a entender que tenía que luchar por nuestra relación, que tenía que poner de su parte, que teníamos que ir a más. Al final, tampoco se esforzó por sacar las Oposiciones e hizo un amago para romper conmigo con un whatsup echándome niñerías en cara mientras ponía "Escribiendo..." Le dije que quedáramos a comer para que rompiera conmigo a la cara. Yo mismo me hice la encerrona para que ella acabará con esa situación. No por victimizarme, sino porque estaba harto de todo y no sé... Tú no quieres a nadie se justificaba cuando no claudicaba ante los caprichos ególatras de su madre, me tomé como un triunfo personal que solo se le ocurriera esa puñalada para romper conmigo. Hubiese podido ser mucho peor. Sin embargo, contra esta mujer también quiso discutir... Por una vez tuvo miedo de ser traicionado, sin embargo eso tampoco le importaba. Rayco miraba el mar grabado en el nicho igual al Restaurante frente al acantilado donde fueron a comer. Le quitó las letras del nombre de su madre en el nicho, y después poco a poco se las intentó poner apretándolas de nuevo. Sacó la pistola y empezó a disparar contra los nichos. Parecía un adolescente que arregla los desperfectos aunque ya no le importa a nadie.

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