El odio eterno de mi hermana Inmaculada (Desde La Habana)

Sorprende cómo la gente que más te amó más te odia, y hay que recordar que ese odio es hasta la Muerte y más allá de la Muerte. "Un tiburón podrá odiar el mar con todas tus fuerzas, pero incluso varado en la arena estará obsesionado con las profundidades". Cuando uno planta una semilla de una especie concreta uno cree saber que fruto dará,pero nunca lo sabe ( La Acción Humana, pág 848,Mises). Te cortarás tu ágil mano para que me pudra el brazo. Mentirás para odiarme más sin saber que el odio jamás fue oro rentable al abrazo. Cuando frotas la lámpara mágica, de dura herrumbre sin fruta tras la cáscara sabes el valor de la lumbre que en tu ágil músculo cunde. Odiarás mi hueca ceniza ni habrá frente al que la pisa más medalla que el resabio. ¿No pierde hasta el más sabio los papeles ante hueca risa? Lo que robas con orgullo sin ser útil lo gastarás, de nuestra flor renegarás aunque nos dé oro el capullo. Mi foto al revés romperás. Te recordé en el invierno cuando sin consuelo llovía, y entre deudas no sabía en que chistaba hueco el reno "toma riendas de tu infierno". La noche morirá sin fin con nosotros, y la angustia dará a la flor mustia el olor del germen afín. Y el asno se oye en la crin. Las lágrimas son palabras que merecen ser gritadas. El verdugo en la tortura no olvidará mi aire nunca ni en las fotos mis trastradas. Nuestras sonrisas de niño y los chistes de cariño. El odio no deja en ojos ni quemar más los rastrojos ni acariciar al armiño. Mancha una gota de lodo al rubí maldito y bello. La infamia AGUA el duro sello de que reniegue de ti todo. El reflejo no engaña al fondo. La flor volverá a renacer aunque su imagen no quede, y aunque el luchador no puede vencerá el sol hará vencer. El polvo no podrá con ÉL.