La Lejana Europa
Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.
Avión a ras un mosquito
y su inestabilidad de serrín
como voltereta de circo.
Como una mota de polvo
que la luz ondea sin peaje
recuerda al luto de los monos.
un caballo en arenas movedizas
no podría hundirse más
en nuestros ojos que en la criba.
En las migas del banquete
viene en su canto el limosnero
muerto desbocado en su jinete.
Como un avión sin gasolina
el mosquito exige duelos
a cualquier sonrisa que intima.
Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.
Una mirada de deseo
el látigo sin eco de un insulto
la desgana de un indulto
de una firma sin gesto
o un cero más del lucro.
Todo lo dice aunque no lo eche de menos
todo lo dice con un disgusto
y queda aunque sea el gesto,
la mano que no fue o el insulto
quien se entrega o deja el deseo.
Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.
Y los hermosos pechos del vestido
de la modelo no esconden
a los lagartos de su medio.
Con su coraza tranquila
hace gramática en el suelo
lo bello que no come ni lo imagina.
Y se nota que no paga impuestos
porque no se regodea
en las miserias de su cuerpo.
Eructando por el refresco
con los dientes chirriando
por la arena se va el engendro.
Nadie se ríe con el vino
para que no noten la flema
y nos cobren el pergamino.
Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.
Cuando te fijas en el aleteo
que para el aire a la mariposa
guarda la tensión de los cuerpos.
Aguanta la respiración del tiempo
a la expectativa de cambios
entre los dientes rotos un trueno.
Nadie mira de frente el espejo
donde arrancan las raíces
para hacer fértil su ojo seco.
Ni el paraíso desértico
donde surge la vida en contra
ni las tiras sin un muerto.
Mariposa borde circular
del vaso que nadie termina
vuélame al pozo sin pensar.
En un barco en marejada
Tiene algo mágico el durmiente
robar a la muerte la nada.
Te vas de un lado a otro lado
y callas porque no te desmiente
el mar sigue un recuerdo en tus pasos.
Sin que pese o pose
todo lo diminuto
intermitencia de la muerte
nos recuerda al luto.
Como nos recuerda el deseo.
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