TE AMARÉ EN EL HILO ETERNO SI PISAS LA ARENA.

Te protegeré aunque esté en la guarida del psiquiátrico en la lluvia de la selva, en los electrocks, y aunque ni agua beba el trueno de rubí en mi ojo sin vida. Mi mano tendida aunque muerta ya esté dará sentido al desierto con pena, y al hilo eterno si pisas la arena digno callará que la ira puedas ver. Recuerda nuestras peleas sin compasión cuando sin envidia veas la riqueza porque tapando al sol tenías razón. No olvides en cada logro que reza la sombra eterna: déjame sin pasión o da al náufrago un trozo de madera.