Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

viernes, 10 de agosto de 2018

Cuando nos preocupábamos por el qué dirán...

Cuando nos preocupábamos por el qué dirán...éramos mejores personas.

Ahora que vuelvo a estar en una comunidad católica me doy cuenta lo importante que es el que dirán para ser buena persona. Y como ni siquiera estar en contacto cotidiana con la moral católica estricta redime en el comportamiento.

Te encuentras a gente que encuentra una nueva pareja,que tenía un matrimonio con una kika, pero que no quiere ayudar para nada en el cuidado de sus hijos, 6 hijos, pero "ellos ya son independientes" porque el mayor debe de estar estudiando empresariales(?),pero a los que supuestamente paga una indemnización.

O la mujer beata que siempre está con el autobombo de que ha sufrido mucho que estafa a su hermana,débil de carácter y con hijos, su parte de la herencia.

Detrás del egoísmo de rapiña siempre esta una hipocresía,donde hay vidas de terceros que acaban siendo afectadas gravemente, y se recurre a que yo tengo derecho.

Los amigos quitamos importancia a este ejercicio de su derecho, y nos damos cuenta de que el egoísmo,la canallería, pocos productivos a la larga,empobrecedor a nivel afectivo,no se resuelven si uno no tiene metido íntimamente un rotundo sentido de la empatía y en el fondo de la justicia.

A veces recuerdo a las madrastras o los padrastros que se obsesionan para que sus hijastros sean unos vencedores trabajadores y son estrictos con ellos,como en el caso del déspota padrastro de Charles Baudelaire. Todo producto de una confusión en búsqueda de dos sentidos de la excelencia imposibles de conciliar.

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