Alicia atraída por la madriguera

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viernes, 14 de febrero de 2025

El Padrino: una obra maestra que ha marcado nuestras vidas.

Mi padre era policía, vivía en Alcalá de Henares, tenía un enorme parecido a Vito Corleone y murió en 2010. La verdad es que no fue para nada un buen padre, y llevamos bastantes años sin tratarnos con él, yo y mi hermana. Unos seis meses antes de morir me envió una nota retorcida que significaba que tenía un cáncer de estómago. Fui a ver a mi hermana que pensando que siendo “su niña” querría perdonarle y verlo, pero no quiso saber de nada de esa historia y me dio un portazo en la cara. El Padrino es una obra maestra absoluta en todos los aspectos desde la forma de contarla (el Nuevo Hollywood de los 70), las interpretaciones o la banda sonora de Nino Rota. Cuando la vi por primera vez creo que de adolescente no me enteré de casinada y me pareció lenta, a la película le falta contextualizar y es posible de que no te enteres de muchas cosas. Por eso, yo sí recomendaría que te leyeras un resumen antes. Creo que las películas nos explican aunque no tengan directamente nada que ver con nosotros. La verdad es que mi apreciación ha cambiado radicalmente desde entonces ni me parece lenta, trata muchos temas que sí nos afectan como personas de a pie como las relaciones familiares o prever las consecuencias de tus actos. La familia mafiosa Corleone, los nuevos Karamazov de los años 70, se enfrenta a un nuevo reto. A Vito Corleone le hacen una oferta para participar en el mercado ilegal de drogas, que es el futuro del negocio. Pero él no quiere, ahí se va viendo la personalidad de sus cuatro hijos y Tom Hagen su hijo adoptado. El impulsivo Sonny está a favor y lo deja entrever en público, el cauto Michael que no quiere participar en el negocio porque por ahora no se ve capaz quiere irse a la guerra, Fredo cuando aparece posteriormente demuestra ser apocado, débil y un poco tonto, y la hija Connie casada con Carlo a la que la familia ningunea y que no quiere que participe en los negocios, por lo que Carlo responde al carácter fortísimo de Connie maltratándola físicamente. A partir de aquí todo son conjuras y estrategias con asesinatos para garantizar la cuota de mercado ilegal,pero con una necesidad de empezar a blanquear el dinero comprando negocios legales como los Casinos de Las Vegas. La primera vez de ver El Padrino cuando te enteras bien te sorprende, hay diálogos brillantes pero escuetos y hay que tener en cuenta que la traducción sea buena, pero después de verlo varias veces te sorprenden las actitudes cortoplacistas, idiotas de algunos personajes aunque sean profundos. En esta primera parte muere Vito después de sobrevivir a un atentado, el negocio de la familia Corleone está en declive y la personalidad e integridad de los diversos personajes de la película. También se ve que como Vito ha construido el imperio mafioso es indulgente perdonando las pequeñas traiciones de los suyos, mientras se vislumbra que Michael no perdona ni una, e incluso le da igual si algunas “traiciones” las ha provocado él. Para mí El Padrino es paradójicamente un referente ético en cuanto al concepto de amistad y de respeto a la familia. Se han escrito cientos y cientos de libros y de tesis sobre El Padrino, así que lo que queda es verla e incluso después ver coloquios explicativos sobre la película porque seguro que se te habrán quedado cosas que no habrás valorado suficientemente mientras la veías. Mi padre me dijo una vez que él había hecho las cosas lo mejor que había creído. Me acuerdo que cuando mi padre falleció en 2010. Una prima a la que no conocía me escribió por una red social solo: “tu padre ha muerto”. Absolutamente nada más. No tenía su número de móvil ni se lo pedí. Fui a ver a mi hermana casada con 35 años y un niño, para decírselo y me respondió: “parece que te alegras, ¿es que lo odiabas?” Y entonces me di cuenta que no solo no quería saber nada absolutamente de mi padre ni de su toda su familia, que no sólo lo detestaba a él, sino que me odiaba a mí. Que era un odio profundo para culparme de muchas más cosas de las que no tenía culpa, y que era uno de esos rencores de por vida, que da igual lo que hagas y que no quiere volver a verte ni en las fotos. Me puse a ver en solitario la saga de las dos primeras de El Padrino (sobre todo la primera) una y otra vez no sé por qué. Si porque quería estar triste, si porque sentía que de alguna manera tenía que haberle perdonado sin más o porque quería que mi padre se hubiese preocupado por sus hijos algo como lo hacía Vito Corleone. El Padrino: una obra maestra que ha marcado nuestras vidas Una obra maestra psicológica desde el principio hasta el beso de manos final.

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