Ya dijo Cervantes que su Quijote era una novela de las entretenimiento quizá para separarlas por respeto de la de los santos y las teológicas. Y hasta Tristan Shandy con todo su vanguardia loca y su excentricidad quiso ser en palabras de Laurence Sterne entretenimiento popular. Ni Emile Zola con su programa naturalista, ni Henry James con sus audacias formales quisieron nunca de ser literatura de entretenimiento,ni el terror cósmico que nacía en las novelas más populares que nunca.
Conrad es un buen ejemplo de saber narrar sobre un drama,con la luz del sol al aire libre y que solo al final se vuelve insoportable cuando se anuda la tragedia.El arte muchas veces va allí donde hay dinero y crear nuevas formas de venderse y salvando su autoexigencia. Los buenos compositores de música filarmónica ceden su música a bandas sonoras, como los poetas del XVIII se hacían libretistas de ópera y como grandes novelistas-narradores hoy se hacen guionistas de cine,de series y dentro de poco hasta de videojuegos.
El formato y el público al que va dirigido cambia el contenido y sus pretensiones pero el artista intenta superar las vicisitudes para encontrar también del crítico que quiere encontrar algo más que música de ritmos obvios.
Joseph Roth irónicamente consideraba las modernas formas de barbarie:el patrioterismo, la tecnología o el cine de Hollywood junto al nazismo,y al comunismo.
* * *
"Un escritor muere y su obra cobra forma casi siempre con la ayuda de un editor apasionado"escribió Muñoz Molina en el artículo de El País sobre Joseph Roth. Un editor que publica a coste propio a un autor muerto,que no tuvo gran relevancia en vida, que se pasa mucha parte de su vida leyendo para descubrirlo, sin esperar grandes recompensas, es como quien ayuda a un fugado de la cárcel por un extraño sentido de la justicia para con la alta cultura.
Pocos autores sentían ese desprecio constante hacia el gran público lector como el Marqués de SADE con sus exquisitas aberraciones,elogios al parricidio,al incesto o al genocidio,en defensa de la fuerza,del deseo o de la libertad.
Solo ya desde la vanguardia estridente empezando con un Lautreamont, y con los grandes maestros de la modernidad o con la obra de teatro Ubú Rey de Alfred Jarry estrenada en diciembre de 1896 empieza la avalancha.Después llegarían Proust,y Joyce y en menor medida la novela deprimente de Kafka o el nihilismo abrasivo de Louis Ferdinand Céline, se exige del lector estómago. Mucha gente exigente no lee porque lo que se publica es deprimente,soporífero,o excesivamente artificioso vanguardista o descriptivo.
Uno necesita su clásico propio al margen del Canon. Borges debió decir que un clásico es como un amigo al que uno lee y siente con veneración(aunque uno no lo haya conocido ni se hayan confiado mutuamente) y gracias al que conseguimos hablarnos con franqueza y con altura. No sé hasta qué punto uno puede sentir con veneración algo que en el fondo desprecia porque la literatura debe ser sincera más allá de la moral y los intereses creados.
Eso supone un masoquismo y el surgimiento de sentimientos depresivos que nadie esta dispuesto a tolerar..Las puertas del Infierno sin fantasmas son como un hotel posmoderno por horas en el extrarradio en soledad y lloviendo fuera.
Literatura/ lengua,cine, música y arte.
Alicia atraída por la madriguera

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sábado, 2 de diciembre de 2017
jueves, 7 de septiembre de 2017
¿Qué fue de los Mulvaney? de Joyce Carol Oates.
Ay Joyce Carol Oates a mi pesar. Hay que tener talento para lo sórdido,para describir la injusticia y la impotencia.Es el síntoma Dostoieski.
En su "¿Qué fue de los Mulvaney?"aparece ese talento en un mundo en que parece que la justicia es imposible. La novela me dejó tocado y sentía que es ese tipo de novelas que uno solo lee una vez entera y después como mucho solo lee fragmentos.Y aunque es una obra genial es demasiado oscura para recomendarla.
Me acuerdo de una novela suya sobre una joven a la que violan unos jóvenes modélicos. Y el infierno de la chica empieza cuando la vecindad que no quiere problemas,se ofende cuando lo denuncia y después todo el mundo "buena gente,gente tranquila quiere que no haya problemas,que haya paz, y que se quite la denuncia por violación", le hace el vacío para que se marche.
Después poco a poco le hacen la vida imposible y tras ella, a su "problemática" familia que no ha hecho nada. Todo el mundo justifica a los violadores y se condena a la chica por su "inmadurez,problemática y fantasiosa" hasta que al final la familia entera malvende su casa y se va.La novela es tan coherente y meticulosa que te llena de mal rollo porque uno sabe que eso es real.Que podría ser real.
La vecindad sigue su vida y a los chicos les dan un premio por algo y de la familia de la chica se dice que se fueron sin más.Un tiempo después un chico del barrio dice "que solo recordaba que la chica era muy triste,que no sabía por qué lo era" y se presenta al hermano de ella que es un trabajador suyo y él le saluda y no le responde por no remover.Es tan brutal,tan real...
Un lector adquiere una actitud cínica para soportar cuando lee tanto sufrimiento,si no la lectura se hace difícil.Algunos argumentos de Carol Oates son extremos lo que hace que el estilo escueto pero contundente fluya solo dejando en evidencia la buena voluntad de "buenas personas" personajes indiferentes o cínicos ante el dolor ajeno,que dejan en evidencia el buen rollo de la sociedad actual.
Algún lector cuenta que como puede contar ese tipo de historias y ella dice que los saca de la vida. Igual que Mishima que tiene novelas negras con personajes peculiares llenos de sadismo y masoquismo pero aquí deja en evidencia a la actitud social, a sus miedos y traumas. Es un universo lovecraftiano porque uno tiene siempre una sensación de q el universo es egoísmo y hostilidad.
Esta escritora frágil tiene la cabeza llena de exquisitas cuchillas rumbrientas. Ha escrito muchos buenos relatos cortos. Su belleza de joven tenía algo entre lo sublime,lo frágil y un algo como siniestro.Un lector ante historias a veces extremas no debe tomar una posición cínica ante el dolor ajeno,sino casi de ataraxia y de suspensión del juicio.
Sobra decir q al ser muchos de sus personajes negativos "gente honrada" nos obliga a identificarnos con ellos.Sus admiradores ya la querríamos como candidata al Nobel.
En su "¿Qué fue de los Mulvaney?"aparece ese talento en un mundo en que parece que la justicia es imposible. La novela me dejó tocado y sentía que es ese tipo de novelas que uno solo lee una vez entera y después como mucho solo lee fragmentos.Y aunque es una obra genial es demasiado oscura para recomendarla.
Me acuerdo de una novela suya sobre una joven a la que violan unos jóvenes modélicos. Y el infierno de la chica empieza cuando la vecindad que no quiere problemas,se ofende cuando lo denuncia y después todo el mundo "buena gente,gente tranquila quiere que no haya problemas,que haya paz, y que se quite la denuncia por violación", le hace el vacío para que se marche.
Después poco a poco le hacen la vida imposible y tras ella, a su "problemática" familia que no ha hecho nada. Todo el mundo justifica a los violadores y se condena a la chica por su "inmadurez,problemática y fantasiosa" hasta que al final la familia entera malvende su casa y se va.La novela es tan coherente y meticulosa que te llena de mal rollo porque uno sabe que eso es real.Que podría ser real.
La vecindad sigue su vida y a los chicos les dan un premio por algo y de la familia de la chica se dice que se fueron sin más.Un tiempo después un chico del barrio dice "que solo recordaba que la chica era muy triste,que no sabía por qué lo era" y se presenta al hermano de ella que es un trabajador suyo y él le saluda y no le responde por no remover.Es tan brutal,tan real...
Un lector adquiere una actitud cínica para soportar cuando lee tanto sufrimiento,si no la lectura se hace difícil.Algunos argumentos de Carol Oates son extremos lo que hace que el estilo escueto pero contundente fluya solo dejando en evidencia la buena voluntad de "buenas personas" personajes indiferentes o cínicos ante el dolor ajeno,que dejan en evidencia el buen rollo de la sociedad actual.
Algún lector cuenta que como puede contar ese tipo de historias y ella dice que los saca de la vida. Igual que Mishima que tiene novelas negras con personajes peculiares llenos de sadismo y masoquismo pero aquí deja en evidencia a la actitud social, a sus miedos y traumas. Es un universo lovecraftiano porque uno tiene siempre una sensación de q el universo es egoísmo y hostilidad.
Esta escritora frágil tiene la cabeza llena de exquisitas cuchillas rumbrientas. Ha escrito muchos buenos relatos cortos. Su belleza de joven tenía algo entre lo sublime,lo frágil y un algo como siniestro.Un lector ante historias a veces extremas no debe tomar una posición cínica ante el dolor ajeno,sino casi de ataraxia y de suspensión del juicio.
Sobra decir q al ser muchos de sus personajes negativos "gente honrada" nos obliga a identificarnos con ellos.Sus admiradores ya la querríamos como candidata al Nobel.
sábado, 18 de marzo de 2017
Opinión sobre película "El Azar de Baltasar" de R.Bresson
Narra la vida de un burro a través de las vidas de sus distintos dueños:un padre íntegro,una chica joven inexpresiva y especie de Madame Bovary más rural(que rechaza a un buen chico porque es tranquilo y algo tonto y se deja hacer por el violento),un borracho ambiguo autor de un asesinato,un circo,un viejo tacaño que se acuesta con la chica,y una especie de matón que le da patadas al burro,le quema el rabo,la mortifica con una carga más pesada de lo que puede.
Se narra livianamente la vida del burro:algo de los juegos de su infancia,sobre todo sus reacciones sin psicología ante los hechos que pasan,y sus ligerísimas reacciones ante sensaciones de lo que ve insinuado que pasa.
Al final desnudan y abusan de la chica y se supone que la entierran aunque no se explicita.El burro es el que lleva una especie de cortejo fúnebre o procesión. En la escena final el burro finge esconderse entre un rebaño de ovejas para no llamar la atención y muere.
Lo irónico es que al final nos importa más la muerte del burro increíblemente humano,trabajando,yendo a lo suyo,no regodeándose en las palizas que le dan, que cualquiera de los personajes. Tecleando la crítica recuerdo el traqueteo del burro.
Gracias a que la película pasa rápido se hace aceptable y su carga psicológica queda clara.
Se narra livianamente la vida del burro:algo de los juegos de su infancia,sobre todo sus reacciones sin psicología ante los hechos que pasan,y sus ligerísimas reacciones ante sensaciones de lo que ve insinuado que pasa.
Al final desnudan y abusan de la chica y se supone que la entierran aunque no se explicita.El burro es el que lleva una especie de cortejo fúnebre o procesión. En la escena final el burro finge esconderse entre un rebaño de ovejas para no llamar la atención y muere.
Lo irónico es que al final nos importa más la muerte del burro increíblemente humano,trabajando,yendo a lo suyo,no regodeándose en las palizas que le dan, que cualquiera de los personajes. Tecleando la crítica recuerdo el traqueteo del burro.
Gracias a que la película pasa rápido se hace aceptable y su carga psicológica queda clara.
martes, 7 de marzo de 2017
Francisco Ayala y Juan Ramón Jiménez.
Francisco Ayala destacó como ensayista de cosas obvias,como narrador y cultivó la novela y sobre todo el relato corto con grandes cuentos de la Guerra Civil.Quiero destacar lo irónico que Ayala y Juan RAMÓN JiMÉNEZ fueron hombres diametralmente distintos: Ayala maduró y triunfó pronto en sociedad y su personalidad y su literatura es muy madura y eso quizá visto hasta como un defecto,no hay tanta nostalgia y sus tragedias son reales,incluso hay temas de grandeza indudable que Ayala quizá no trataría jamás,y aunque valoró a Rilke uno se sorprende de ello,incluso su concepto lírico parece solo fijarse en realidades "contundentes".
Parece que Ayala y JRJ se conocieron y gracias a trámites burocráticos se cayeron mal,y pudieron criticarse sin enriquecerse pero dejándose en evidencia,lo que es una potente carga autocrítica y de purga. JRJ le echaba en cara con su gracejo habitual que no sabía escribir,lo que no deja de ser una verdad de burócrata.
JRJ siempre fue dependiente,todo le afectaba,extremadamente sensible y algo inmaduro para la realidad cotidiana,una y otra vez cae en el solipsismo, esa es su característica principal y su defecto que llegar a fastidiar. A veces JRJ llega a descripciones solipsistas del mar,o de realidades muy sencillas o inmediatas que acaban en el nihilismo. Hay que reivindicar a Ayala,a Gonzalo Torrente Ballester y moderar a JRJ a pesar de su importancia histórica, el que se reincida sobre su infantilismo es algo que hace que salga alguna lagrimilla.
Hace poco leí un texto sin titular de la descripción de la infancia estilo de Juan Ramón Jiménez,el texto acaba en una especie de solipsismo con el paisaje. El texto que empieza "El sol le da al niño en la cabeza" recuerda a un tono impresionista,de sensaciones de sol en estilo de Sorolla pero podría ser también muy de Juan Ramón Jiménez. El final era "...Ese niño tiene en su mano mi mano". Hay autores que saben mitificarse, destacando y por tanto dando importancia a lo obvio, y los que no: JRJ ha sabido mitificarse en el solipsismo de su época madura.
Parece que Ayala y JRJ se conocieron y gracias a trámites burocráticos se cayeron mal,y pudieron criticarse sin enriquecerse pero dejándose en evidencia,lo que es una potente carga autocrítica y de purga. JRJ le echaba en cara con su gracejo habitual que no sabía escribir,lo que no deja de ser una verdad de burócrata.
JRJ siempre fue dependiente,todo le afectaba,extremadamente sensible y algo inmaduro para la realidad cotidiana,una y otra vez cae en el solipsismo, esa es su característica principal y su defecto que llegar a fastidiar. A veces JRJ llega a descripciones solipsistas del mar,o de realidades muy sencillas o inmediatas que acaban en el nihilismo. Hay que reivindicar a Ayala,a Gonzalo Torrente Ballester y moderar a JRJ a pesar de su importancia histórica, el que se reincida sobre su infantilismo es algo que hace que salga alguna lagrimilla.
Hace poco leí un texto sin titular de la descripción de la infancia estilo de Juan Ramón Jiménez,el texto acaba en una especie de solipsismo con el paisaje. El texto que empieza "El sol le da al niño en la cabeza" recuerda a un tono impresionista,de sensaciones de sol en estilo de Sorolla pero podría ser también muy de Juan Ramón Jiménez. El final era "...Ese niño tiene en su mano mi mano". Hay autores que saben mitificarse, destacando y por tanto dando importancia a lo obvio, y los que no: JRJ ha sabido mitificarse en el solipsismo de su época madura.
jueves, 2 de marzo de 2017
Sobre el cine español de la década de 1940,1950,1960
"Una joya increíblemente olvidada del cine español,del injustamente denostado cine español". Esta es una frase que se repite literalmente cientos de veces. Obras maestras sorprendentes,joyas olvidadas ancladas y hundidas en la arena.Aunque hay algo de razón en estas afirmaciones,un cine sin actualidad no puede ser una obra maestra.
La terrible homogeneidad del cine español incluso dentro de la heterodoxia es otra muestra del daño de la mentalidad ultramontana en nuestra sociedad,si en las iglesias se hubiese enseñado a Shakespeare en vez de catolicismo rancio e hipócrita,hubiésemos mejorado mucho en el buen gusto.
Hay una película "Cuerda de presos" sobre el asesino,violador y destripador Juan Díaz de Garayo Ruiz "Sacamantecas" al que llevan dos guardias civiles de León a Vitoria que refleja esto. Un violador ñoño,moralista,simplón y "correcto" hasta lo rancio y dos guardias civiles patéticos,quejidos que en la vida real serían más cabrones,egoístas y miserables de lo que narra la película,y de fondo monumentos y una pobreza insoportable teñida de mansedumbre bonachona.
Otra joya lógicamente olvidada del cine español,difícil de ver,que produce algo de vergüenza y que abusa de nuestros sentimientos inútilmente. De una sabiduría al margen de la realidad,pero que en cierto sentido tendría mucho que ver con la época en que se hizo y a la otra a la que a pesar de todo tomó como referencia.
Obviamente el título de "Cuerda de presos" significa que son tan presos los guardias civiles como el preso,que ambos comparten prejuicios,miseria,patetismo y visión de la vida. Casi todo el cine español responde a potencias morales o al voluntarismo vitalista de los 70 y comienzos de los 80 .
La terrible homogeneidad del cine español incluso dentro de la heterodoxia es otra muestra del daño de la mentalidad ultramontana en nuestra sociedad,si en las iglesias se hubiese enseñado a Shakespeare en vez de catolicismo rancio e hipócrita,hubiésemos mejorado mucho en el buen gusto.
Hay una película "Cuerda de presos" sobre el asesino,violador y destripador Juan Díaz de Garayo Ruiz "Sacamantecas" al que llevan dos guardias civiles de León a Vitoria que refleja esto. Un violador ñoño,moralista,simplón y "correcto" hasta lo rancio y dos guardias civiles patéticos,quejidos que en la vida real serían más cabrones,egoístas y miserables de lo que narra la película,y de fondo monumentos y una pobreza insoportable teñida de mansedumbre bonachona.
Otra joya lógicamente olvidada del cine español,difícil de ver,que produce algo de vergüenza y que abusa de nuestros sentimientos inútilmente. De una sabiduría al margen de la realidad,pero que en cierto sentido tendría mucho que ver con la época en que se hizo y a la otra a la que a pesar de todo tomó como referencia.
Obviamente el título de "Cuerda de presos" significa que son tan presos los guardias civiles como el preso,que ambos comparten prejuicios,miseria,patetismo y visión de la vida. Casi todo el cine español responde a potencias morales o al voluntarismo vitalista de los 70 y comienzos de los 80 .
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