Al abordaje.Por fin tuvieron una segunda oportunidad sobre la tierra.
Literatura/ lengua,cine, música y arte.
Alicia atraída por la madriguera

domingo, 29 de junio de 2025
Los payasos forzudos y una madre.
Con 16 años de vuelta del instituto a mi casa de noche me encontré tirado en un banco de piedra un enorme ramo de flores. Lo cogí y en vez de ir por la calle principal fui por una secundaria para que el dueño despechado no me viera con el ramo. Pensé ¿a quién se lo regalaré? ¿a una compañera de clase,pero son las 20:00? además no puedo esconderlo en ningún sitio de la calle o si lo llevo a casa, me daría vergüenza decirle a mi madre que es para una compañera y no para ella.
Así que tras un momento dramático fue firme a mi casa y como no me quedaba más remedio se lo regalé a mi madre. La sorpresa es que se alegró extraordinariamente. Viendo el resultado decidí que cada 3 meses le regalaría un ramo. Era una madre enormemente sacrificada que no sabía disfrutar,¿no era sobradamente justo?
Años después tras una vida de sacrificios y trabajo duro mal pagado se enfermó de Alzheimer. La llevábamos a comer fuera y una vez le llevamos con unos payasos forzudos a su playa. Se sentía extraña y miedosa con esos payasos forzudos en su playa. Cuando acabó el espectáculo preguntó: "tienes un ramo de flores que huelan como los que regalabas. Olían porque eran buenas".
Alguna vez pensamos en llevarla de viaje pero se estresaba. Solo los pequeños cambios no la estresaban. Así aunque aquel tipo de ramos era un poco caro siempre le ponía uno en el balcón para que mirara a la calle y a la vida. Al final se murió prematuramente de una forma un poco estresante y cruel. Me pregunté si tendría un ramo de flores disponible para verlo y sentirlo.
Las cicatrices del amor adulto.
El amor adulto no es el tesoro
en la cueva de la isla lejana
donde sube la marea
lleno de venenosas arañas.
No se conquista con misiles
no se busca en la playa,
el amor está presente como el sol
que en cada nube nos engaña.
El amor está. No es la vacante
de un rey sin más hazañas,
no ocupa la cicatriz
ni quiere explotar bajo el agua.
Quieren olvidar y vivir
el mar que seca los traumas.
que acaricie heridas en el oro
que madruga cada mañana.
miércoles, 18 de junio de 2025
El último vuelo del cisne de Alicia Alonso. (Ficción).
"Todos hubiesen querido ser tu primer amor o tu gran amor. Yo hubiese querido ser tu último amor. Al fin...".
Alicia Alonso siempre había sido pizpireta, pero estaba amargada y debatiéndose, ajena a si misma. Javier había estado enamorado de ella durante un curso en el bachillerato pero nunca hizo una intentona seria. Ella se enamoró de él, pero después se fue con otro compañero. LUego cada uno hizo sus vidas y volvieron a coincidir en la tercera edad.
Alicia se sentía nerviosa y desagradable, una cosa era saludarlo de lejos, y otra verlo todos los días. Sentir como la vida se le había pasado amargamente. Además Javier sí tenía un hijo adoptivo que lo iba a visitar una vez al mes y ella no.
Cuando se dio cuenta que le dolía la rodilla antes del baile sintió la angustia profunda de una posible oportunidad perdida, pero también un alivio cobarde. Quería lucirse pero no sentir la soledad de que Javier flirteara con ella.
No quería tener que rechazarlo, ni bailar con él, ni recuperar unos recuerdos que no había vivido y que no viviría jamás a su edad. Quería ser feliz en paz, luciéndose, flirteando superficialmente, y estar sola a distancia de los demás sin sentirse sola. Se dio cuenta que la rodilla no le dolía tanto. Que se lo había inventado.
Fue al baile. Fue ella la que saludó a Javier que estaba feliz, con un amigo en una esquina. Se pusieron a hablar superficialmente, pero en cuanto Javier se animó a hablar de él y preguntar por ella, Alicia le cortó deseándole lo mejor. Cada uno se puso a bailar separadamente y se fueron.
"Los deseos platónicos no esperan nada...hum" pensó. Mientras veía el ponche mareada sentada y tiró sin querer la estatuilla del Pensador de RODIN con el ponche. Sentía que diciendo adiós, había salido a la sombra de un duelo sin saber manejar las pistolas.
Había muerto. Y era su primera vez.
viernes, 13 de junio de 2025
Nosotros "jugamos" y el mundo se derrumba.
Me preguntaban cuál era el recuerdo más feliz de mi infancia. Siempre me quedaba sin palabras.
Recordaba como me había dejado arrastrar por las olas, jugando al fútbol en el recreo, el sol en las dunas y me acordaba jugando con ella.
- ¿Tienes huevos para tirarte por la cuesta? los neumáticos de abajo nos detendrán y no nos haremos sangre. Por supuesto, dije enojado. Y subí a la carretilla con Jocelyn que estaba tranquila y callada, y nos tiramos cuesta abajo. Frenesí entusiasmo locura.
No le dimos tiempo a nuestro colega Sentido Común,para que se subiera bien a la carretilla, a veces gritaba y a veces se golpeaba las rodillas.
Años después en que me lleve un disgusto cuando me di un toque con el coche, me acordé cuando nos despertamos rodeados de neumáticos como un dinosaurio que acaba de despertarse. Empezamos a reírnos a carcajadas doloridos, apretándonos los golpes de los brazos, porque el mundo mareado seguía allí.
Postdata: La infancia con el descontrol de la velocidad y la edad adulta donde te das un toque con poca velocidad jajaja: es una buena paradoja.
martes, 10 de junio de 2025
La última pregunta y el Estanque del Templo Hindú.
Cuando le insinuaron que le quedaba 6 meses de vida aporximadamente, empezó a apreciar la vida y fue al Estanque Sagrado en el que se decía que se escuchaba una voz que te daba las respuestas de la vida. Subidos de puntillas temblando sobre sus bicis miraban dudando si se atreverían a tirarse.
Uno quería tener más inteligencia, más cerebro, otro no tenía madurez en su corazón y a otro le quedaba poco de vida y quería alargarla.
El Templo era un Estanque infinito con innumerables escaleras que nacían y se quedaban como un laberinto a la mitad. Había que tirarse a lo desconocido.
TRas mucho pensarlo con amargura y ansiedad se tiraron.
Nadando repitieron las preguntas, sin respuesta. En una pared enfrente vieron un cartel "Se venden zapatitos de niño. Nunca fueron usados".
Así el primero pensó que lo importante de la inteligencia era trabajar y conseguir cosas para los demás. El segundo tener empatía, estar seguro y no jugar con los demás.
Y el tercero que para alargar la vida lo que hay que hacer es vivir y ayudar a los demás, con los más agradecidos, que al recordarte con agrdacimiento alargarán tu recuerdo.
Pero ahora su egoísmo los había dejado en un estanque profundísimo sin escaleras que llegaran al ayuda. Esperaron a la lluvia pero como no subía el agua lo suficiente, se apoyaron los a los otros hasta subir a la primera escalerilla vieja y medio rota.
Dando gracias salieron de aquel infierno cuya sabiduría habían deseado preguntar durante tanto tiempo.
sábado, 7 de junio de 2025
Kafka, Rilke: la sensibilidad judía.
kafka dominaba el sentido de la parábola judía, Ante la Ley es una parábola dialéctica debatible perfecta.
Rilke tiene la depuración judía de Juan de la Cruz el cual parece que tampoco dominaba la tradición judía de ansiedad por lo infinito, por el Dios infinito inenarrable.
Todos perjuraban que no dominaban esa filosofía judía en búsqueda de lo eterno.
Sin embargo, Juan Ramón Jiménez que se pasó la última etapa de su poesía buscando la eternidad, de una forma abstracta, lamentablemente cotidiana no sé hasta qué punto consiguió esa sensibilidad judía de ansiedad de lo infinito.
lunes, 2 de junio de 2025
¿Quién dominará mediante una broma engañosa a quién?
"Y se tiró al fuego pero se dio cuenta que él no podía morir, porque él había sido el sueño de otro hombre, que era el sueño de otro hombre y así hasta el número insondable."
Mi mamá me había avisado cientos de veces de los peligros de la estepa, el mayor de ellos, el lobo asesino.
Intenté huir seis veces del campamento de refugiados a la ciudad a 18 kilómetros. Tenía 10 años. En el desierto todo era distinto: había algún hotel de los oasis de lujo, no quería estar en mi campamento de refugiados en medio de la estepa sino llegar a la ciudad donde no había animales salvajes. Además era la época de los lobos, con el calor no podíamos sacar los rebaños y la vida en casa todo el día era aburrida.
Sabía que había lobos sueltos y tenía pánico. Así que un día hui con una escopeta, hacia la ciudad. Cuando llegué lo primero que me encontré fue al camello delante de un oasis, vestida de una forma extraña.
¿Qué haces aquí? Te veo muy nerviosa.
Nada, han visto varios lobos cerca. Manadas de lobos hambrientos. Es peligroso.
¿Lobos? ¿En pleno verano? ¿En esta parte de la estepa? Se sintió extrañado. Pero él era demasiado educado para decirme que pensaba que le estaba mintiendo, porque yo además no miento.
Será mejor que vuelvas, hay aviso de que va a haber una ventisca. Date la vuelta, ve a tu casa, y cada diez pasos te haces una señal de la cruz así hasta llegar a casa.
Nos reímos sin entendernos los dos.
Así, volvió a beber agua vigilándome. ¿Y si tiene razón? el lobo vendrá a la estepa y yo soy una presa fácil, debería volver al desierto.
Mientras yo me volví, haciéndome la señal de la cruz cada diez pasos veía como el camello en medio de la neblina se adentraba al Desierto de la Muerte donde jamás entraban los lobos. Ya quería volver a su casa, aunque sabía que había muchas posibilidades de morir quería sentirse seguro de una vez.
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