Alicia atraída por la madriguera

Alicia atraída por la madriguera

lunes, 31 de marzo de 2025

"¿Para qué volver? ¿para qué?"

"¿Para qué volver? ¿para qué?" Yo quiero recordarte solo amores con la sangre en la lengua podrida, sin saber a dónde la dura brida arrancó la raíz de tantas flores. Ni el estoque íntimo ya besa en serio el futuro parecía tan sin mella. La hueva mira con asombro la estrella de tu pecho entre el alga sin misterio... Te amo sin querer verte y ya me tomo en serio al infierno aunque no lo toco, el toro embiste lo que empalaga. No abrazo la sombra del rascacielos de un futuro imposible de celos pues ya no saldré de él haga lo que haga.

viernes, 28 de marzo de 2025

Un recuerdo feliz a posteriori.

“Te amo, te amé siempre, te amaré siempre” ponía en la foto. Se apretaba los labios. No sabía si romperla, pero no, ni la rompería ahora y la pondría fuera de su alcance si en mitad de la noche tenía la tentación entre rencores de romperla. Era una foto en que él abrazaba de niños a la que sería su expareja y que con una mirada pizpireta ella no sabía ya cómo reaccionar: ¿por qué me abraza tan fuerte? ¿es un abrazo de cariño, de bienvenida, de amistad? Estaba bella y se sentía fuera de lugar. La letra ya era de un adolescente, años después de la foto. Le dejó un mensaje de cariño en el whatsapp deseándole lo mejor y nunca supo si lo leyó. Días después la bloqueó y la eliminó para no tener ningún arrebato y faltarle al respeto. Pero bueno, el cariño seguía ahí después de todo. Ya de adulto tirando a mayor tenía que ser feliz: necesitaba aquella foto. Y los momentos felices son para siempre.

L.S.D. Ya hiciste tu vida y nada importa.

¿Para qué volver? ¿para qué? Ya hiciste tu vida y echar en cara la rocaflex al rostro sin quererlo, no tiene sentido aunque pueda verlo del fular que atas como si rajara. Cansado te busco inútil payaso, sin rumbo ancla a rastras sin suelo del mar. Corro en la arena y me hundo sin avanzar y grito aunque ya ni me haces caso. ¿Para qué volver? ¿para qué? El bebé que imita tu carantoña, bromear el recuerdo que nada importa milagro de los panes en la nada. Te amo o no, ya ni a mi carne podrida importa, solo la flor que acorta el aroma que asfixia ya sin vida. ¿Para qué volver? ¿para qué?

jueves, 27 de marzo de 2025

Te amaba. No pude, no pude decirte nada.

No pude no pude decirte nada. Te amé en silencio, te amaba ni estrella ni mar, nada. Me gusta cuando hablas y ríes concentrada, queriendo entender el aire cuando no hay nada. No pude aquel largo año decirte cómo te amaba. El motor rechina en la vela te amo a pesar de tus artimañas, estés en la disco que hiela el veneno arda mis entrañas. Aunque rompa tus fotos Te amo aunque nada quiera, en la noche aro el pasillo rostro del carnet de esquela. No pude no pude decirte nada. Que sea el saludo no devuelto peor que el ciervo cornea en berrea, - el yonki ansiando en la noche - que me muerde las venas. Te amo, qué rabia te amo, qué pena. Te amo sin hacer las paces sin saber nada de lo que haces, sin recordar si eras bella. Ladrando hasta que me alcances. No pude no pude decirte nada, no pude decirte que te amaba.

lunes, 24 de marzo de 2025

EL AMOR A TRAVÉS DE LAS PANTALLAS DE LAS REDES SOCIALES.

Después de tantos clicks clicks llegó el rayo con la lluvia que ya en el mar embistes. No te cortes las venas para que existes no hay fiambre que apantalle* cuanto callo. La viuda abre la veda y aunque insiste no lamenta más lo que ya amurallo, has muerto ciervo en berrea en que alambre hallo mis venas, donde grito lo que no creíste. Has sufrido el eclipse que has amado no sé si habrá luz tras esta muerte, o morirá mi sombra en lo callado. Ni te pido, ni exijo penitencia del trabajo forzado para verte, sino que el aire me arrastre como hierba. * Demostrar, enseñar en un segundo.

jueves, 20 de marzo de 2025

La despedida de un gran amor.

Soy el agua que rebosa roto el vaso te amo arena que borras la pisada, creación del cosmos si antes no hubo nada como un desfile al que no cojo el paso. Te amo pesadilla mientras duermo al raso, que llore sangre mientras veo mi mirada, nostalgia de que huela a ti mi almohada te amo con la indirecta del payaso. Te amo sin saber si soy yo el troyano que une con ceros y que vende adicta humos, te amo como un pintor ciego a sus manos. Te amo como un cura en lo que profano quitando la vitamina a los zumos por disfrutar de ya no ser humano.

lunes, 17 de marzo de 2025

Yo ya te amaba.

Desde el solar el Paraíso tras la tempestad, sin una valla, miles de peces muertos tranquilizaban la playa. yo ya era así antes de que tú llegaras con la vieja en mecedora y el niño que pateaba, vivía enamorado de ti sin conocerte dándote mucha importancia, sin poder comer y sufriendo mucho entre la herrumbre de un solar rodeado de casas.

La historia de la esposa de Camilo José Cela.

- No llores mamá, tus lágrimas nunca valdrán la Luna. -Gracias, hijo, gracias a ti he podido recordar lo feliz que fui de joven. "La chica que sueña con acercarse a la luna...Estará contenta con su llegada" le contaba Camilo José Cela a su hijo intentando inculcarle la ambición desmesurada que él y su mujer habían tenido desde que empezaron a salir. Se conocieron de jóvenes cuando él acababa de llegar a Madrid y era un periodistilla y ella secretaria. Ella le dijo: "tú ganarás el Nobel de Literatura, yo te ayudaré". Ella le pasaba todo lo que escribía a máquina de escribir y obligaba al vago de Cela a seguir escribiendo. Cela fue adquiriendo prestigio y con 70 años era un escritor increíblemente reconocido. Cuando parecía que pasarían juntos la vejez con su hijo, estalló la bomba. Cela tenía una amante 40 años más joven Marina desde hacía 4 años, y quería hacerla su esposa. Para colmo, le concedieron el Nobel de Literatura. Entonces el hijo le contaba el cuento de la niña que soñaba con ir a poner una bandera en la Luna. - No llores mamá. Al final habían conseguido llegar y clavar su bandera. (La madre se sentía como un Moisés que veía la Tierra Prometida que nunca habría de pisar). Charo esperaba ir a la Ceremonia como madre de su hijo y su secretaria pero despechada realizo una entrevista donde dijo que había tenido una relación sentimental con Caballero Bonald, un escritor más joven que ella, y que había sido el hombre de su vida. Cela ya tenía la excusa para no invitarla a la Ceremonia y Marina para decir que no fue esa gran historia de amor sublime, sino una pareja por interés donde su esposa hacia de secretaria y administrativa. Incluso la mayoría de la gente que apoyaba a Charo, prefirió ignorar la entrevista y no hablar del tema, como de las infidelidades de Lady Di en su momento. “Nos casamos sin amor, porque el amor es para cursis” dijo de joven Charo una vez, pero era mentira. Con algo de rencor e impotencia paseaba por Madrid con su hijo recordando los momentos felices de su matrimonio con Cela. Sus paseos con bailes por el Retiro, las fiestas en Gran Vía donde la gente no se podía quitar el abrigo porque no hay dinero para la calefacción. “Gracias, hijo, gracias a ti he podido recordar lo feliz que fui de joven”.

Persiguiendo desesperado una carroza de Carnaval.

"Sitio al que juntos nunca iré ¿qué cuchillas profané?" ¿Qué será de mí sin ti si ya no te acuerdas de mí? ¿dónde morirán si no hubo besos? Perro herido con el ojo podrido. La rabia consume mis huesos ¿a dónde te has ido? Allí bailas sola. Y yo disfraces del infierno rodeando las olas. No vayas, no iré, al sitio al que nunca he ido al que juntos nunca iré. Alguien hace bromas conmigo pero réplica el estruendo y yo devuelvo otra broma que no entiendo. Ni el confeti tirado desde los balcones tiene tus manos tan suaves. Ni quema el polvo tus blasones.